lunes, 16 de mayo de 2011

¡¡ Gran libro ^^ Ghostgirl^^ !!



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Charlotte Usher se siente prácticamente invisible hasta que un día lo es de verdad.
Peor aún: está muerta.


¡Y todo por culpa de un osito de goma!
Pero la muerte no impide que Charlotte siga con su plan. Todo lo contrario, se vuelve mucho más creativa y hará cualquier cosa por conseguir su objetivo: ser popular para seducir al chico que ama.


Como la romántica desesperada del instituto, Charlotte Usher estaba de paso y fuera de tiempo. Trató de encajar, pero tan mal que terminó asfixiándose accidentalmente en la clase de Física. Casi inmediatamente, ella se despierta "en como espíritu en un mundo paralelo, donde todavía tiene que ir a la escuela, en un aula especial llena de adolescentes muertos, todos ellos desgraciadamente murieron jóvenes. Ahora, como "ghostgirl" Charlotte se niega a dejar de lado sus sueños y el mundo en el cual vivió, utiliza su capacidad sobrenatural para ganar popularidad y, lo más importante, para ganar el corazón de Damen. Invisible tanto en la vida y la muerte, se encuentra en un mundo que no entiende y sigue obsesionada con un mundo de la que ya no forma parte.


La chica más cool de Hawthorne, Scarlet es la única persona viva que puede ver a Charlotte. Es una inteligente, experta e independiente, pero es una chica gótica que prefiere su propia compañía a la de su hermana mayor Petula y sus aduladores amigos "Los Wendys". Es la oveja negra de la escuela y definitivamente no es parte del "rebaño" de Hawthorne.

Todas le desean, especialmente Charlotte. Ella cree que si él supiese de ella, se enamoraría locamente. Es guapo, encantador y atlético. No es muy académico, es el capitán del equipo de fútbol y sabe el secreto de la información de las cuerdas de guitarra. Junto con su vanidosa y taimada novia Petula, ellos marcan las reglas. Los chicos quieren ser él y las chicas simplemente le quieren. Todas las chicas, menos Scarlett.
 

La chica más popular de Hawthorne y la capitana de las animadoras, Petula Kensington gasta su tiempo haciéndose la cirugía plástica, admirándose a sí misma y soñando nuevas formas de excluir a las personas. Secretamente envidiada por Charlotte y el resto del cuerpo estudiantil, Petula solo se preocupa por sí misma. Damen y Petula son pareja, a pesar de que no tienen nada en común excepto un billete ganador en la lotería de ADN y, bueno, porqué son populares.




¿Alguna vez te has
sentido invisible?
Nunca piensas que te pueda
pasar a ti.
Piensas cómo será. Le das vueltas una y otra vez, alterando
el escenario un poco en cada ocasión, pero en
el fondo no crees que te vaya a pasar nunca, porque
siempre es a otro a quien le sucede, no a ti.
charlotte Usher cruzó con paso decidido el aparcamiento
en dirección a la puerta principal de Hawthorne
High repitiéndose su mantra positivo: «Este
año es diferente. Éste es mi año». En lugar de permanecer grabada
para siempre en la memoria de sus compañeros de instituto
como la chica que sólo ocupaba espacio, la ocupasillas, la que
succionaba ese aire tan preciado al que bien podía haberse dado
otra utilidad mucho más provechosa, este año empezaría con
otro pie, un pie enfundado en los zapatos más exclusivos y más
incómodos que el dinero puede comprar.
Había malgastado el año anterior sintiéndose como la hijastra
no deseada del alumnado de Hawthorne High, y no tenía la menor
intención de darse por vencida. Este año, el primer día de
curso iba a ser el primer día de su nueva vida.
Al acercarse a la escalinata de entrada, contempló cómo destellaban
contra las puertas los últimos flashes de las cámaras de los
reporteros del anuario del colegio mientras Petula Kensington y
su pandilla se adentraban altivas en el vestíbulo. Siempre llegaban
las últimas y luego succionaban a los demás tras ellas en una
especie de resaca de popularidad. Su entrada marcaba el arranque
oficial del curso. Y Charlotte estaba sola allí fuera y empezaba
con retraso. Como siempre. Hasta entonces.
El bedel encargado de la puerta asomó la cabeza y echó un
vistazo por si faltaba alguien por entrar. No había nadie. Bueno,
sí que había alguien pero, como siempre, no se percató de
Charlotte, que apretó el paso cuando él empezó a cerrar la gigantesca
puerta metálica. A ella se le antojó la de la cámara de
seguridad de un banco. Pero sin dejarse intimidar, por una vez,
Charlotte alcanzó las puertas a tiempo de poder colar por el
resquicio la punta de su zapato nuevo y evitar así que se cerraran
del todo.
—Perdona, no te había visto —murmuró el bedel con indiferencia.
Nadie la veía, lo que era de esperar, pero por lo menos había
conseguido cierto reconocimiento y una disculpa. Al parecer, su
«Plan de Popularidad», una larga lista que había confeccionado
meticulosamente con el fin de atrapar al objeto de su deseo, Damen
Dylan, empezaba a funcionar.
Al igual que muchos otros de su condición, Charlotte había
pasado el verano entero trabajando, sin embargo, a diferencia de
la mayoría, ella había estado trabajando para sí. Se había dedicado
en cuerpo y alma a estudiar el anuario del año anterior, casi
como si le fuera la vida en ello.
Había estudiado a Petula, la chica más popular del instituto,
y a las dos lameculos que tenía por mejores amigas, las Wendys
—Wendy Anderson y Wendy Thomas—, del mismo modo
¿Alguna vez te has sentido invisible?
que algunas fans estudian a su famoso predilecto. Quería que
todo le saliera a la perfección. Justo como a ellas.
Se dirigió confiada al primer destino marcado en su agenda: la
hoja de inscripción para las pruebas de animadora. Animadora.
La
femeninas, el Billete Dorado con el que conseguir no sólo que se fijaran
en ella sino que la envidiaran. Charlotte agarró el viejo bolígrafo
que pendía del tablón de anuncios colgado de un cordel deshilachado
remendado con cinta adhesiva de papel y se dispuso a
inscribir su nombre en el último recuadro que quedaba en blanco.
No había terminado de escribir la ce, cuando sintió unos rudos
golpecitos en el hombro. Charlotte dejó de escribir y se giró
para ver quién osaba interrumpir su primera tarea del día, o,
mejor dicho, la primera tarea de su nueva vida, y vio una fila de
chicas que habían
que para una prueba parecía que estaban allí para un casting.
La chica de los golpecitos la miró de arriba abajo, le arrebató
el bolígrafo y de un plumazo inscribió su nombre y tachó el de
Charlotte. Luego abrió la mano y dejó que el bolígrafo se precipitara
sin remisión cuan largo era el cordel del que pendía.
Charlotte contempló cómo el bolígrafo se mecía contra la pared
como un ahorcado.
Mientras se alejaba, escuchó a su espalda las risitas de la jauría
de aspirantes a animadoras. Charlotte ya había experimentado
antes esa clase de crueldad, tanto a la cara como a sus espaldas, y
siempre había tratado de que no le afectase lo que los demás
pensaban o decían de ella. Pero ni maquillada había conseguido
dotarse de una piel tan gruesa como para soportar la peor de las
humillaciones.http://www.ghostgirl.es/CAPITULO1.pdf
hermandad más cotizada y exclusiva de todas las hermandadesacampado toda la noche para inscribirse. Más

Que hablen mal de uno es terrible.
Pero es peor que no lo hagan en absoluto.
—Oscar Wilde

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